Cómo evitar el efecto low cost.

Una vez una persona se puso en contacto conmigo y me dijo:

“Mis clientes siempre me están regateando. Cuando les presento el presupuesto siempre me dicen que soy demasiado barato y me veo obligado a subir el precio. Estoy desesperado, creo que tengo una imagen demasiado premium.”

¿Te lo crees?

Yo tampoco.

De hecho, su problema suele ser totalmente a la inversa: sus productos y servicios son buenos, pero no lo parecen.

Las marcas no son capaces de transmitir el valor de su producto/servicio de la manera adecuada y caen en el efecto low cost.

¿Cómo evitarlo?

Podemos tratar este tema desde dos enfoques distintos:

Por un lado está el enfoque estratégico de la marca: cómo te posicionas, tu autoridad, los valores de marca… En definitiva, todo lo que explico en el curso de branding y que te ayuda a ser percibido de una determinada manera.

Pero si vamos a un plano más concreto, tenemos que hablar de diseño, ya que todo es una cuestión de percepciones.

Si tu web, tu catálogo, tu folleto o tu tienda online tienen un aspecto cuidado, el cliente potencial deduce que lo que vendes también está cuidado.

Así es como funcionan las cosas.

Aunque tengas un producto o servicio espectacular, si tu imagen no va en concordancia nadie lo va a percibir como tal.

¿Cómo podemos utilizar el diseño para evitar que nuestra marca se vea “barata”?  ¿Qué elementos visuales debemos tener en cuenta?

Veamos algunas claves.

Mucho espacio blanco

En diseño, cuando hablamos de espacio blanco nos referimos a espacio donde no hay elementos de diseño.

Ese espacio a veces es blanco, otras veces es negro, otras veces es un color suave.

No es un tema de color, sino de composición.

Fíjate en estos dos ejemplos.

Al poner pocos elementos y dejar mucho espacio entre ellos, conseguimos una sensación de amplitud, comodidad y calidad.

Espacio blanco significa que no hay elementos apelotonados. El producto y otros elementos clave del diseño tienen su propio espacio y no se molestan entre ellos.

Es la diferencia entre un catálogo del Carrefour y la vitrina de la joyería Suárez.

Pocos colores

Los ejemplos que he puesto un poco más arriba tienen otra cosa en común: utilizan una gama de colores muy limitada.

Normalmente usan blanco, negro, tonos de gris y un “accent color” para destacar algunos detalles como llamadas a la acción, enlaces, etc.

Cuando usan color, este es poco estridente. Porque las marcas premium no gritan, seducen.

Tipografías bien elegidas

Hay muchas webs donde podemos descargar fuentes gratuitas y nos dejamos deslumbrar por las infinitas posibilidades que tenemos a nuestro alcance.

No caigas en la tentación y evita fuentes muy decorativas o con un estilo excesivamente marcado.

La buena tipografía tiene personalidad y a la vez está construida de manera que se ve equilibrada y armónica. Te da juego al diseñar y a la vez transmite calidad.

Aquí tienes un artículo donde explico mi método para elegir y combinar tipografías.

Imágenes auténticas

Huye de las imágenes de stock como del demonio.

Corrijo: huye de la imágenes de stock que se nota que son de stock.

Es importante el matiz, porque hay fotografías de bancos de imágenes que están muy bien hechas y respiran autenticidad.

Esto es especialmente importante cuando en las fotos salen personas. Ahí se nota mucho cuando la fotografía es “barata”.

¿Estamos de acuerdo?

Estamos de acuerdo…

Como te decía en este artículo sobre branding visual, en tus imágenes deben aparecer personas reales, con gestos reales, en situaciones reales. No como esto de aquí arriba.

Si puedes hacer una sesión de fotos o usar imágenes con exclusividad, muchísimo mejor. Así evitas que otras marcas (¡incluida tu competencia!) usen las mismas fotos que tú.

Que no se te vean demasiado las intenciones

El cliente que compra productos de alto precio no es igual que el cliente que busca la ganga.

No le distraigas con pop ups ni busques llamar su atención de manera escandalosa. Este tipo de cliente espera que la experiencia de compra esté a la altura del propio producto.

Cuanto más evidentes son tus intenciones, más a la defensiva se pondrá.  

Apunte final

Hay productos y servicios excelentes que jamás serán percibidos como tal. Simplemente porque no usan los códigos adecuados a nivel visual.

Espero que no seas uno de ellos y estas indicaciones te sirvan para reflexionar sobre la imagen que estás transmitiendo.

No hace falta ser una marca de lujo para aplicar estos consejos. Son básicos para cualquier marca que quiera competir con garantías y no perder credibilidad por el camino.