Cómo gestionar tu marca: un enfoque práctico.

Gestionar una marca es como llenar un vaso de agua gota a gota.

Cada diseño, cada texto, cada post y en definitiva cada mensaje que lanzas al mundo va construyendo una imagen de tu marca en la mente de tu cliente potencial.

¿Qué ocurre cuando no gestionas bien tu marca?

Que hay gotas que caen fuera del vaso. Este se llenará más lentamente y te costará más crear la imagen de marca que deseas.

En cambio, si cuidas tu marca y sigues un criterio fijo, no desaprovecharás ninguna de esas gotas.

Todas caerán dentro. Todas sumarán para conseguir llenar el vaso.

Eso, traducido al lenguaje del branding, significa que estás aprovechando cada impacto.

En un mundo lleno de ruido, eso tiene muchas ventajas:

• Es más fácil que tus clientes te recuerden
• No confundes a tu audiencia
• Tu marca es más reconocible
• Comunicas tus valores de marca con claridad
• Transmites profesionalidad

Pero eso de gestionar una marca suena como muy abstracto, ¿no?

¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de gestionar marcas?

Hagamos un ejercicio

Piensa en todos los diseños y herramientas de marketing que utilizas en tu día a día: newsletters, imágenes de tus posts, infografías, ebooks, presentaciones, catálogos, packaging…

Recopila todo ese material y dime qué ves.

¿Hay una coherencia? ¿Todo tiene el mismo feeling? ¿O por el contrario cada diseño es diferente?

Si estás gestionando bien tu marca, tu recopilación debería ser algo parecido a esto:

Con esto no quiero decir que tu marca tenga que ser igual que Treatwell.

Lo que digo es que esta marca aplica los mismos criterios una y otra vez. No solamente en cuanto a diseño, también en el copywriting y en su forma de comunicar en general.

Fíjate los lazos que unen las diferentes piezas:

• Estilo de comunicación directo y colorista
• Textos optimistas y muy femeninos
• Siempre la misma tipografía
• Colores de fondo muy vivos

Todo sigue una misma línea.

¿Casualidad? No, consistencia.

Las dos empiezan por “c”, pero no tienen nada que ver. :)

¿Qué necesitas para gestionar bien tu marca?

Necesitas 3 cosas.

1. UNA ESTRATEGIA DE MARCA

Tener una estrategia de marca significa apostar a tope por una vía de diferenciación.

Eso no gustará a todo el mundo. Pero sí gustará a las personas adecuadas.

Tener una estrategia significa también aferrarte a unos valores irrenunciables que te dicen en todo momento lo que encaja y lo que no encaja con tu marca.

2. CONOCER LOS PUNTOS DE CONTACTO

Los puntos de contacto son aquellos momentos en los que tu audiencia entra en contacto con tu marca. Tu web, tus emails, tus banners, tus anuncios de Facebook…

Cada contexto tiene sus limitaciones y debes tener claro cómo va a aparecer tu marca en función de cada uno de ellos.

Un banner, por ejemplo, suele ser muy pequeño. No siempre podrás poner tu logotipo a buen tamaño, pero ten en cuenta que hay otros elementos de tu marca que sí estarán muy presentes: tu estilo de copywriting, tus colores corporativos, tu tipografía…

En el caso del banner debes encontrar un equilibrio entre el objetivo principal (click) y la presencia de marca.

Tu identidad visual debe sumar, no interferir.

3. UN MANUAL DE IDENTIDAD

No voy a extenderme mucho en esto. Aquí tienes un post sobre cómo hacer un manual de identidad corporativa.

Simplemente recordar que el manual es un documento ordenado que recopila los principales ingredientes de tu marca.

Acude a él siempre que necesites crear algún diseño o le hagas un encargo a tu diseñador.

Algunos consejos para el día a día

Entremos en la gestión pura y dura.

Estamos día sí y día también creando materiales de marketing.

¿Cómo podemos mantener la consistencia de nuestra marca?

CREATIVIDAD SÍ, PERO CON LÍMITES

Date licencia para ser creativo, pero ponte también a ti mismo algunas limitaciones a la hora de crear nuevos diseños o piezas de comunicación.

A simple vista puede parecer un consejo un pelín contradictorio, pero ten en cuenta una cosa:

Necesitas crear familiaridad.

Es decir, necesitas que tu audiencia identifique claramente tu marca.

Si compartes un post de tu blog en Facebook, quieres que tu audiencia te identifique rápidamente cuando vea la publicación en su muro.

Eso es imposible si cada vez utilizas un recurso distinto.

No intentes reinventar la rueda.

Define de antemano qué elementos de tu marca aplicarás en cada contexto. Siguiendo con el ejemplo de las imágenes de tu blog:

• ¿Dónde estará ubicado tu logotipo?
• ¿Tendrá una base fotográfica?
• ¿Las imágenes incluirán texto?

Si haces varias campañas o tienes que diseñar diferentes ebooks, haz que todo tenga algo en común.

Más allá de la gama de colores o la tipografía, hay elementos que te ayudan a mantener la coherencia y le dan personalidad a tu identidad visual:

• El tamaño del texto
• La cantidad de color
• Formas geométricas
• Iconos
• Uso de mayúsculas
• Uso de texturas
• Texto justificado o centrado
• …

Por ejemplo, yo nunca utilizo texturas o patrones cuando diseño algo para mi marca. Para los fondos utilizo siempre un color liso, normalmente mi azul corporativo. Los titulares siempre son grandes y las palabras suelen acaparar todo el protagonismo.

Elige un criterio, plásmalo en tu manual de identidad y respétalo cada vez que crees nuevos materiales.

Te resultará muy útil y agilizará mucho el proceso de creación.

Si tienes que hacer una campaña de lanzamiento o alguna acción de comunicación especial, puedes romper tus propias reglas.

Eso sí, siempre respetando la esencia y el tono de tu marca.

Te pongo un ejemplo que se entiende rápido: cada spot de Aquarius es diferente, pero todos tienen un estilo común.

UTILIZA PLANTILLAS

Si hablamos de agilizar procesos, esto es esencial.

Crea plantillas para aquellos diseños que sean repetitivos: imágenes para el blog, portadas de ebooks, publicaciones en redes sociales…

Puedes crear un documento maestro en Photoshop y duplicarlo cada vez que tengas que crear una nueva imagen.

Yo uso Sketch y tengo un documento con todas las imágenes. Me gusta tenerlo todo junto para poder reutilizar recursos.

Échale un ojo al documento por dentro (momento voyeur).

Cuando tengo que crear una imagen para el blog, simplemente duplico una de las anteriores. El contenido cambia, pero la estructura, los colores y la tipografía se mantienen.

ORGANIZA TUS FICHEROS

Ten siempre a mano y bien organizados los elementos básicos de tu marca:

• Diferentes versiones de tu logotipo: para fondo blanco, para fondo oscuro, en formato para web (.png con fondo transparente), vectorial…
• Tu colección de iconos, si la tienes.
• Tus fondos: texturas, patrones, imágenes…
• …

Una cosa que resulta muy útil es tener un archivo de texto con las referencias de tus colores corporativos (en RGB y hexadecimal para web).

¡Venga, a gestionar!

La próxima vez que tengas que diseñar, escribir un texto o crear algún material de marketing, trata de mantener los elementos distintivos de tu marca.

Como te decía al principio, esto de gestionar el branding de tu negocio es como llenar un vaso de agua gota a gota.

Lo importante es no dejar de echar gotas e intentar que todas caigan dentro.

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