Si hiciésemos un recopilatorio de todas las guías de marketing de contenidos que existen en internet, nos daríamos cuenta de que hay un consejo que se repite el 99,99% de las veces:
Crea contenido de valor para tu audiencia.
Como frase está muy bien, pero por sí sola no sirve de mucho.
Es como si estás enseñando a alguien a jugar al ajedrez y le dices que el juego consiste en hacerle jaque mate al rey, pero no le explicas cómo se mueven las piezas.
¿Cómo saber si estamos creando valor con nuestro contenido? ¿Realmente estamos aportando algo diferente a los demás?
Hoy me voy a mojar.
Para mí, un contenido vale la pena cuando combina uno o varios de estos elementos:
#1 – Aporta una óptica distinta al contenido que hay en el mercado.
Pongamos que vendes libros de recetas a través de tu blog.
Webs de cocina hay muchas y muy buenas. Aunque seas un gran cocinero, difícilmente vas a revolucionar el sector con tus contenidos, a menos que seas el/la hijo/a secreto/a de Ferran Adrià.
Pero hay otra cosa que sí puedes hacer: divulgar tus conocimientos añadiendo elementos extra que sólo tu puedes añadir. Puedes utilizar ingredientes típicos de tu zona geográfica, aplicar los trucos que te enseñó tu abuela o hacer fotos bien chulas de tus platos.
Otra forma de ofrecer una óptica diferente es desafiar las opiniones mayoritarias de tu mercado. Siempre hay cosas en las que todos parecen estar de acuerdo, menos tú. Explota esa visión diferente.
Abre nuevos caminos de reflexión para tu audiencia. Ayúdales a llegar a conclusiones distintas.
Eso también es valor.
#2 – Convierte teoría en práctica
Alimenta tus contenidos con casos prácticos. No te quedes solamente en la explicación, haz una demostración.
Cuando se me ocurrió escribir un post sobre moodboarding, mi preocupación principal era aportar el máximo valor posible.
Sabía que no era el primero ni sería el último en hablar sobre los moodboards. Si el post consistía solamente en explicar qué es esta técnica creativa, no estaría haciendo algo muy distinto a lo que ya se ha hecho en otros blogs.
Así que decidí completar el contenido con un caso práctico, creando un moodboard sobre la marcha y mostrando el resultado final.
Cualquier persona que esté interesada en hacer su propio moodboard, puede coger el post y repetir mis pasos para obtener el mismo resultado.
#3 – Haz que sea más accesible
Hay muchas ocasiones en las que el contenido que existe en el mercado no está preparado para ser consumido de manera fácil.
¡Zas! Ahí tienes una oportunidad para crear valor.
Un ejemplo muy claro es cuando la información está pensada para profesionales y tú la transformas para que sea comprensible para tu público, que quizás tiene un perfil más amateur. Esa información ya existía, pero tal como estaba expresada era demasiado técnica y no era útil para tu audiencia.
También puede ser que haya muchísima información disponible sobre un tema y además esté muy dispersa. En este caso, tú puedes recopilarla, resumirla y organizarla de tal manera que sea más fácil de asimilar. Así evitas que tu audiencia tenga que perder el tiempo yendo de aquí para allá para encontrar esa misma información.
¿Por qué crees que funcionan tan bien los posts recopilatorios?
Otra forma de hacer que un contenido sea más fácil de digerir es cambiar el formato. Si en tu entorno predomina el contenido escrito, puedes apostar por el vídeo y aprovechar las ventajas de un medio audiovisual.
Y lo que ya sería el colmo del valor es ofrecer a tu audiencia contenido al que solo pueden acceder unos pocos privilegiados. Imagínate que eres blogger de moda y tienes buenos contactos. Ahora imagínate que compartes con tus seguidores las nuevas tendencias antes que nadie.
#4 – Especializa tu contenido
No es lo mismo hablar de productividad que hablar de productividad para directivos. O productividad para emprendedores.
Piénsalo. Si eres un emprendedor, ¿qué es más valioso para ti? ¿Un contenido genérico o un contenido creado específicamente para resolver problemas que te encuentras en tu vida diaria?
El valor no depende de ti
Como dice David Soler, el valor es algo que otorga la persona que consume el contenido. No hay una relación directa entre el esfuerzo que hay detrás y el valor que percibe la audiencia.
Aunque hayas estado durante meses preparando en vídeo-curso, quizás el valor que le llega al consumidor no sea proporcional al tiempo o al dinero que has invertido.
Y al contrario. Hay contenidos extremadamente breves que tienen un valor inmenso.
Cuando pienses en «valor» no pienses solo en valor informativo o educacional. El entretenimiento, la inspiración o la diversión también son valiosos. Por eso el branded content cada día es más popular.
Es importante entender que para cada perfil, el valor tendrá un significado distinto. Para unos el valor será ahorrar tiempo o dinero. Para otros será divertirse. Para otros será sentirse mejor consigo mismos. Para otros será aprender algo nuevo.
Por eso es crucial conocer a tu cliente desde todos los ángulos posibles.
La calidad es una carretera de doble sentido
¿Qué quiero decir con esto? Pues que el contenido debe ser bueno para tu audiencia, pero también para ti.
Utiliza tus contenidos para:
- Diferenciarte de tu competencia
- Comunicar la propuesta única de valor de tu producto o servicio
- Posicionarte en el mercado
- Transmitir tus valores de marca
La magia del marketing de contenidos surge cuando fusionas lo que interesa a tus clientes con aquello que te hace único como negocio.
Imagen: New Old Stock
Totalmente de acuerdo con todo Samu.
Creo que era Cervantes el que escribía que sólo los necios confunden el valor con el precio.
El valor depende del destinatario. Y por eso cómo dices hay que ajustarse a sus necesidades, incluso escribir en su ‘idioma’.
Incluso puede resultar que un contenido que arrasa puede ser considerado patético fuera de tu círculo de interés. Casi hasta te hace un favor, más se hablará.
Y por supuesto, un texto fácil, señores. Todavía veo tantos buenos contenidos presentados como un ladrillo de lo tochos que son….
Un abrazo!
Hola Diego!
Es verdad que hay mucho ladrillo suelto por ahí… Eso sí, cuanto peor sea el contenido en tu nicho de mercado, mucho mejor para ti. Significa que hay oportunidades. :D
Un abrazo!
Hola Samu,
Totalmente de acuerdo con tus planteamientos. Y estoy con Diego, que debemos escribir para y en el idioma de nuestro destinatario.
Cuando empecé a avanzar en mi negocio y encontrarme con los problemas de falta de tiempo, comunes a los emprendedores con negocios online. Busqué todo tipo de información, recursos, libros, blogs que hablaran de productividad. Y el denominador común en la mayoría de los casos siempre fue, no sentir identificado mi problema y mi perfil con esos contenidos.
Baso mis contenidos en las experiencias de mi día a día y en las necesidades que reclaman mis propios clientes como secretraria virtual.
Soy consciente, que quizás muchas veces no se valora el curro que pueda tener. Pero gracias a esos contenidos, he ido poco a poco definiendo un perfil de lector, con el que hoy me siento muy identificada.Y al que me resulta muy sencillo expresar lo que le quiero contar.
Un perfil, que me ha empujado a desarrollar nuevos servicios a su demanda, fuera de mi propia actividad como secretaria virtual y más encaminados a trabajar la productividad de emprendedores con negocios online.
Gracias por tu mención en el punto 4. Creo que es fundamental especializar el contenido.
Un fuerte abrazo :-)
¡Es genial esto que comentas Yolanda!
Creo que en el fondo el conocimiento del cliente es un apredizaje continuo. A veces te sorprenden con comportamientos, inquietudes y necesidades que no te habías planteado hasta el momento.
Eso es una fuente inagotable de ideas para contenidos y para diseñar productos/servicios, por supuesto.
Un abrazo!
Totalmente de acuerdo Samu
Siempre que puedo intento salirme de lo que suele encontrarse por toneladas en internet y aportar mi propia visión.
Como dice Yolanda, creo que somos muchos los que no nos identificamos con los contenidos que se difunden habitualmente sobre ciertas temáticas, por lo que trato de generar algo distinto.
Creo que precisamente eso es lo que hace que me guste tu blog, siempre está narrado bajo otro enfoque.
Muchas gracias
Hola Ana!
La verdad es que estar en desacuerdo con las opiniones dominantes suele ser una buena fuente de inspiración y un factor de diferenciación.
Muchas gracias por tu comentario. Espero que me sigas leyendo durante mucho tiempo. :)