Esta semana tenía pensado escribir un post totalmente diferente al que vas a leer.
Pero resulta que Twitter es caprichoso y ha querido que cayera en mis manos un post muy interesante de Milena González.
Toca varios temas que van directamente a la esencia de la creación de contenidos.
Y cuando lees artículos de este tipo, no puedes evitar que tu cerebro empiece a trabajar como un loco (estos momentos de inspiración hay que aprovecharlos).
Aunque con algunos matices, en general estoy bastante de acuerdo con lo que dice Milena.
Me gustaría hablar principalmente de 2 temas:
- Se está creando demasiado contenido que no aporta valor real al lector.
- Muchos de los contenidos que hay por ahí son simples traducciones de autores americanos.
Son asuntos que tenía pensado tratar más adelante en el blog, pero como te decía: Milena me lo ha puesto a huevo.
Así que, ¿por qué esperar?
Las promesas incumplidas
Vivimos una época en la que uno puede montar un blog en WordPress, leer algunos posts y crear una “mega guía supersónica y definitiva” sobre cualquier tema.
El problema no es crear la guía en sí. El problema es que no estamos diciendo la verdad.
Probablemente la guía no sea ni “mega”, ni “supersónica” y mucho menos “definitiva”.
La lucha por ganar visibilidad en un entorno cada vez más superpoblado, hace que muchos hagan promesas que no pueden cumplir.
En el mundo del marketing online, el blogging, etc. es el pan de cada día, pero estoy seguro de que si analizas tu mercado encontrarás cosas parecidas.
No caigamos en la tentación de crear un contenido mediocre y ponerle un título lleno de palabras mágicas sacadas de la última guía de copywriting que nos hemos descargado.
Entiéndeme.
No digo que dejes de utilizar fórmulas que funcionan. Eso sería de tontos.
Lo que digo es que aproveches esas fórmulas para lo que han sido creadas: ofrecer contenidos y productos valiosos.
Aún te diré más.
Estaría dispuesto a renunciar a todas esas fórmulas “secretas” a cambio de que todo mi contenido crease un impacto real en las personas que lo leen.
Aunque eso me costase unas cuantas visitas al blog y otros tantos suscriptores.
Porque en realidad no me interesa la persona que se suscribe a mi newsletter por el título de un ebook. Me interesa la persona que se suscribe por un interés real en el contenido que ofrezco.
¿Tu contenido es relevante para alguien?
Déjame hacerte esta pregunta de otra manera:
¿Qué pasaría si tu blog no existiera?
Cuando tu contenido no dice nada nuevo, nadie te echa de menos. Porque el lector puede encontrar lo mismo en otro blog.
Te conviertes en prescindible.
En cambio, si aportas nuevos ingredientes, si ofreces una nueva perspectiva, si adaptas el contenido para un tipo de audiencia concreta o si lo haces más accesible, la cosa cambia.
Si no fuese por ti, habría un grupo de lectores que se quedaría huérfano.
¿Quieres sacarle partido a tu marketing de contenidos? Asegúrate de que vas a mejorar de alguna manera lo que ya existe.
Mejorar no significa necesariamente hacerlo más largo, más completo o más “mega”. Significa hacerlo más relevante para alguien.
Por ejemplo, seguro que hay millones de posts sobre cómo mejorar la productividad.
¿De verdad el mundo necesita otro post sobre productividad?
Pues depende.
Si vas a repetir lo que ya han dicho otros, mejor ahórrate el esfuerzo.
Pero si tienes un sistema propio para trabajar de forma más eficaz o puedes dar consejos específicos a madres emprendedoras, ya estás tardando en ponerte a escribir. :)
¿Crear contenido 100% original es una utopía?
Sí, es una utopía.
Puedes leer todos los libros sobre creatividad que quieras y siempre encontrarás el mismo mensaje: la originalidad no existe.
Todas las ideas son el resultado de conectar ideas ya existentes.
Todo lo que sé y todo lo que explico en este blog es la mezcla de mil cosas: de lo que me han enseñado mis compañeros de trabajo, de los libros que he leído, de mis propias experiencias, incluso de mis aficiones…
Trato de combinarlo todo de la mejor manera posible para crear algo diferente a lo que se puede leer en otros blogs.
Yo también leo blogs. Igual que Milena, me doy cuenta de que muchos contenidos son simples refritos de otros blogs o traducciones de webs americanas.
Supongo que se ven seducidos por el éxito de otros profesionales, intentan replicar el mismo modelo para aprovechar el filón.
Vamos a ver, recurrir a contenidos de otros no es malo. Se llama documentación.
Pero esa documentación hay que currársela. Porque coger ese conocimiento, traducirlo y ponerlo tal cual en tu blog creo que es tramposo e injusto.
Es tramposo porque estás tratando de ganar autoridad y reputación apropiándote de algo que no es tuyo.
Y es injusto porque no das la oportunidad a tus lectores de descubrir y disfrutar de la fuente original.
Así lo veo yo, pero puedo estar equivocado. :)
Bueno, en este país la ignorancia del inglés hace que sea muy fácil aportar algo de valor simplemente traduciendo y abundando en artículos escritos en blogs anglosajones. Y siempre va a haber alguien que te lo agradezca, porque no los puede leer en vivo y en directo… en fin.
Hola Miriam!
Estoy totalmente de acuerdo en que una traducción puede ser muy útil para muchas personas (de hecho hasta puede haber un nicho de mercado interesante en esto de traducir contenidos de marketing…).
El problema es cuando no citas la fuente y haces pasar el contenido como propio cambiando cuatro palabras aquí y allá. A sabiendas de que mucha gente no se dará cuenta de que el material no es nuevo.
Gracias por comentar!
Ah, sin duda, claro, yo siempre doy por supuesto que citas la fuente y no te pones la medalla como si el contenido fuera tuyo.
Me encanta eso de los contenidos súper-mega-arregla todo, lo cierto es que están hasta en la sopa. Todo son «la solución definitiva» jajaja
Cuanta razón tienes Samu.
Sí, la verdad es que es un poco agotador… :(
Gracias por comentar, Ana!
Suma muchas gracias por compartir tanta información de valor, también los culpables de de aya tanto contenido repetido son esos software que te permiten ver o espiar a tu competencia y conocer cuales son sus contenidos mas virales o mas compartidos y las personas perezosas van y le cambian un poco el titulo y algunas palabras y lo publican en sus Blogs como si fueran de ellos, es buenos saber que hace la competencia pero es mejor superar a la competencia con originalidad.
un gran saludo a tu comunidad desde Colombia
Totalmente de acuerdo, Jorge Enrique!
Muchas gracias por tu comentario :)
Una buena reflexión Samu. A veces caemos en la exageración por la competencia que hay. Ofrecer un título aséptico e informativo puede condenar nuestro contenido. Pero tienes razón, hay que aspirar a ofrecer un contenido que no hay o hacerlo parcialmente o presentarlo de forma diferente. Original. Saludos!
Hola Diego!
La clave es encontrar el equilibrio. Se pueden hacer títulos originales y atractivos sin caer en la tentación de «vender la moto». En el fondo, el título también es parte del contenido y hay que cuidarlo igual (o más). :)
Gracias por comentar!
Me encantó este post. Siento que resume mi frustración con muchos autores. Soy una cibernauta activa que por motivos laborales invierte muchas horas a leer blogs, y realmente me he vuelto muy selecta. Si de entrada son muy adornados, con mucho continente, pero nada de contenido, me doy la molestia de no leerlos. Me recomendaron tu blog y lo miré con recelo hasta que caí en las redes de este título. Excelente trabajo, me gustó mucho. Felicidades.
Hola Ingrid!
Muchas gracias por tu comentario. Lo cierto es que hay muchísimo contenido en internet y hay que ser selectivo. Nuestro tiempo es lo más valioso que tenemos. Hay que quedarse con aquello que nos aporta más valor y prescindir del resto. Espero seguir viéndote por aquí. :)
Un saludo!
El post estuvo excelente para recordarme que «Lo barato sale caro».
Tan pronto los lectores no encuentren lo que están buscando en el contenido de un título prometedor, lanzarán al vacío la credibilidad de quien lo escribió.
Al fin de cuentas… ¿No sería esa la prueba de un vil fraude?
Saludos,
Exacto. Como suele decirse: pan para hoy, hambre para mañana.
Gracias por comentar, Carlos!