Cada semana, Zahara y yo publicamos Haken. Una newsletter bastante chula sobre estrategia, tendencias, branding…
Además de un artículo de opinión y una selección de enlaces recomendados, la newsletter tiene una sección fija llamada “highlight” en la que destacamos algo que nos haya llamado la atención esa semana.
Puede ser un producto, una marca, un modelo de negocio, una herramienta…
Todos ellos tienen algo especial. A veces es un producto que aprovecha una tendencia emergente. Otras veces es una marca que desafía los códigos de su sector. También hay ocasiones en las que simplemente nos parece una idea inspiradora.
Tú ya me entiendes.
Pero hay algo más
A la hora de incluirlo en la newsletter, no valoramos solo que el proyecto sea interesante, también tenemos en cuenta otro factor: la credibilidad.
Sin ir más lejos, hace algunas semanas descartamos un “highlight” porque la web tenía un diseño de baja calidad. Había aspectos muy poco cuidados.
Por ejemplo:
- Incoherencia tipográfica – El mensaje de la marca y la tipografía corporativa eran contradictorias. Mientras que el mensaje quería ser emocional, el tipo de letra era grueso y poco delicado.
- Gama de colores confusa – La marca utilizaba una gama de colores demasiado amplia. No quedaba claro cuál era el color principal de la marca y cuáles eran los secundarios, porque no seguían un criterio de uso.
- Recursos low cost – El uso de efectos como subrayados o textos de colores le daban un aspecto “amateur” a la web.
- Fotografía no profesional – Se notaba que las fotografías no estaban hechas por un profesional: mala iluminación, encuadre sin intención, ausencia de estilismo…
El negocio era interesante, pero no transmitía credibilidad ni confianza, y eso hizo que se quedase fuera de nuestra selección.
No estamos hablando de si el diseño es más bonito o menos bonito. Se trata de la calidad del contenido que compartimos con nuestros suscriptores.
Queremos mantener el listón a una cierta altura.
Con nosotros perdieron esta oportunidad, pero eso es casi lo de menos, porque al fin y al cabo somos una newsletter de nicho.
La cuestión es: ¿qué otras oportunidades habrán perdido? ¿Cuánto dinero habrán desperdiciado en publicidad? ¿Cuántos clientes habrán decidido no comprar?
La moraleja
Clientes potenciales, posibles colaboradores, periodistas… Todos ellos nos juzgarán en algún momento.
Y cuando ese momento llegue, nuestro listón debe ser más alto que el suyo.
Es cierto….cometer errores de ortografía por ejemplo… Ayer estuve en una heladería, la mejor de la ciudad, buen producto, buen diseño interior, buena iluminación, muy agradable el sitio, pero al leer el aviso de la causa y/o historia una pieza que todo el mundo va a tomarse el tiempo de leer mientras disfruta su helado italiano, este aviso tenía 2 errores de ortografía eran tildes…pregunte quien les había impreso las piezas gráficas???? ( un diseñador gráfico) que no corrigió textos antes de imprimir….esto deja mal parado al gremio y desluce un poco la marca que se esta posicionando.
Buen ejemplo, Sandra!
Enhorabuena por el post. Por este y por todos. Eres aire fresco en la forma de escribir y transmitir ideas dentro del mundo de los blog de marketing, donde cada vez los textos son más»lineales»… y aburridos. Ahora que estoy a punto de lanzar mi web personal relacionada también con el marketing digital, has pasado a ser mi referencia número uno de cómo aportar personalidad, sentido y «alma»a cualquier texto. Un saludo.
Muchas gracias por tus palabras, Alberto! :D
La línea entre la «web fea» que reivindican algunos copywriters y estas webs con aspectos poco cuidados que comentas tú, es muy delgada.
Hola José!
Y creo que muchos usuarios no perciben los matices entre ambas.