¿Tu marca se ha convertido en un fósil viviente?

SAMU PARRA
Consultor de marca, copywriter y amante de la fina ironía

Marcas fósil

 

El entorno de las empresas cambia a un ritmo que da miedo. Lo que hace pocos años era importante, hoy ya no lo es. Lo que ayer era tendencia, hoy es casi el jurásico.

Si te despistas un poco y no estás atento a los cambios que se producen a tu alrededor, corres el riesgo de quedarte atrás.

Hay muchas pymes, sobre todo las que ya tienen cierta trayectoria, que simplemente hacen lo que han hecho siempre.

“¿Por qué tener un blog si yo lo que quiero es vender?”

“¿Por qué renovar mi logotipo si el que tengo ya está bien?”

“¿Por qué cambiar algo que funciona?”

Porque llega un día que deja de funcionar y entonces empieza el drama. Te das cuenta de que el mundo ha cambiado y tú no.

Tus clientes tienen una habilidad especial para detectar si tu marca está al día o se ha quedado anclada en el pasado. No saben qué es, pero notan que hay algo que no encaja.

Seguro que a ti también te pasa. Hay marcas que molan y otras que no, pero no sabes exactamente por qué.

Hoy quiero hablarte precisamente de eso. De cómo muchas empresas no están siendo capaces de adaptarse a los cambios.

Sus marcas parecen sacadas de otra época. Como si se hubiesen quedado atrapadas en el tiempo.

Es lo que yo llamo las marcas fósil.

Los síntomas de una marca fósil

Es antigua. Está centrada en lo que era importante ayer.

No se mueve. No conoce las nuevas estrategias de comunicación.

No evoluciona. No está al día de las nuevas tendencias en diseño.

No habla. No genera conversaciones.

Es irrelevante. Intenta gustar a todos y no se posiciona.

Cómo saltar desde el jurásico hasta el presente.

Si tu marca está petrificada y anclada en el pasado, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a dar un salto en el tiempo.

1.- Pon al cliente en el centro de todo lo que hagas.

Hubo una época en la que tú eras lo más importante. Tu producto, tu oferta, tu publicidad… Pero esa época ya pasó. Ahora lo que importa es tu cliente.

¿Sabes qué necesita? ¿Sabes qué problemas tiene? ¿Sabes cómo compra? Si no lo sabes, pregunta. :)

Si enfocas tu comunicación a resolver sus problemas, difícilmente te vas a equivocar.

2.- No digas lo bueno que eres, explica las soluciones que ofreces.

En lugar de decir lo fantásticos que son tus productos, di qué obtendrán tus clientes si lo compran.

Esto tiene mucho que ver con el punto anterior. Para saber qué quieren comprar tus clientes, tienes que conocerlos muy bien.

Quizás lo que es importante para ti no es tan importante para ellos.

Muchas veces tenemos la tentación de hablar de las características de nuestros productos. Hay que hacer un esfuerzo por cambiar eso y convertir características en beneficios. Si destacas la recompensa, tus mensajes serán mucho más persuasivos.

3. Aprende a sacarle partido a los nuevos canales de comunicación.

No hace falta que estés en todas partes, faltaría más. Pero sí debes conocer todas las posibilidades que tienes a tu disposición. Así puedes decidir cuáles son las herramientas que te ayudarán a cumplir tus objetivos.

Por ejemplo, una vez decides entrar en las redes sociales, tienes que hacerlo con una estrategia detrás. No estés por estar, porque es una pérdida de tiempo y dinero.

Tienes que estar donde esté tu cliente.

Pero no quiero centrarme solo en el social media. Entre los nuevos canales de comunicación también está el email marketing, el blogging, las aplicaciones móvil…

Quizás no veas muy claro ahora mismo esto de lanzar un blog de empresa o empezar a captar suscriptores para tu newsletter. Pero ya me lo dirás mañana, cuando tu competencia lo esté haciendo mejor que tú.

4.- Cuida tu marca.

Piensa en el largo plazo de tu empresa y procura tener una marca fuerte. Es lo más valioso que tienes.

Ya te hablé de ello hace unas semanas. Cualquier negocio que aspire a trabajar su comunicación de forma seria debe tener claros ciertos aspectos como el diseño, los valores de marca o el posicionamiento.

Me he dado cuenta de que muchas pequeñas empresas (y no tan pequeñas) basan su comunicación en promociones, concursos y ofertas. Sin ningún tipo de coherencia entre sus campañas. Como suele decirse, esto es pan para hoy y hambre para mañana.

Haciendo eso, nunca sabrás si tus clientes han venido porque eres tú o simplemente querían el regalo. Si es lo segundo, tal como han llegado se irán.

5.- Haz que tu audiencia actúe.

Tus clientes ya no son simples espectadores. Ahora buscan información, comparan opiniones, comentan con sus amigos en redes sociales, interactúan…

Cualquier campaña que hagas, tiene que encajar en este entorno tan activo y conseguir que tus clientes pasen a la acción.

Depende de ti que la relación con tus clientes sea una buena experiencia y no solo una transacción comercial.

¿Estás preparado para formar parte de la conversación?

6.-Aporta valor con tu comunicación.

Empieza a generar contenidos útiles y mensajes que tus clientes potenciales quieran consumir. Utiliza el formato que mejor se adapte a tu audiencia: vídeos, fotos, artículos, cursos…

Ahora la comunicación no consiste en ir a buscar a los clientes, sino en conseguir que los clientes te encuentren y quieran quedarse contigo. Llámalo SEO, SEM, social media o marketing de contenidos.

Pero no quiero centrarme solo en la comunicación digital.

No hay que olvidar que la publicidad tradicional sigue siendo eficaz en muchas estrategias. Un anuncio en una revista especializada también puede ser un arma de venta potentísima. Si se hace bien.

Lo importante es cambiar el chip y convertir tus mensajes en algo relevante, no en algo intrusivo.

Consigue que tu cliente potencial piense:

“Esto es lo que estaba buscando.”

En lugar de:

“A ver qué me quieren vender estos ahora…”

2 comentarios en «¿Tu marca se ha convertido en un fósil viviente?»

  1. «Quizás lo que es importante para ti no es tan importante para ellos.»

    Exacto: el sujeto cambia. Lo que es importante para ellos, es importante para ti. El enfoque, como dices, es otro.

    Muy bueno!

Los comentarios están cerrados.

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